Esta figura en el mundo del marketing está ganando una mayor relevancia en el proceso de venta de un producto o servicio. Se trata de clientes muy identificados con una determinada marca, que conocen en profundidad sus productos y que ejercen un increíble poder de convicción en su entorno más cercano. Seguro que todos tenemos a un amigo experto en informática, por poner un ejemplo, al que siempre preguntamos antes de realizar la compra de un producto de este tipo.
Probablemente nosotros mismos también somos prescriptores. En general, todo el mundo puede serlo y es por eso que las marcas están empezando a darse cuenta de la importancia de que sus clientes se sientan identificados con ellas y ‘evangelicen’ a su entorno.
Pero, ¿cuál es la clave para convertir a un cliente en prescriptor? Como es obvio, ofrecer un buen producto es básico. Pero la diferencia entre un cliente contento y un prescriptor va más allá del producto. Tiene que ver con los valores de la marca, con la seguridad, con la cercanía y con la coherencia que ésta sea capaz de generar. La comunicación se convierte entonces en una herramienta clave para transmitir esos valores: valores afines+buena comunicación=prescriptor.
Tradicionalmente en la decisión de compra estamos influidos por la oferta pero actualmente en internet los prescriptores están ganando terreno ya que en el comercio electrónico emiten recomendaciones con influencia en la decisión de compra de otros usuarios.
Comercio electrónico:
La venta se basa en tres fases secuenciales: atracción (que nos conozcan y visiten), retención (que
vuelvan y se conviertan en clientes habituales) y recomendación (que hagan de
prescriptores, comunicando su satisfacción a los demás).
A la Red se accede individualmente, pero con una mentalidad de tribu, el uso de prescriptores en Internet sirve para ganar la confianza del consumidor, pero también para obtener datos de sus
necesidades aún no satisfechas, una información relevante para el desarrollo de nuevos
productos.
Muchas veces, el prescriptor es nuestro primer contacto con un nuevo producto o marca
en Internet. Y en el comercio electrónico, al igual que en el entorno off- line, las
primeras impresiones cuentan.
La venta se basa en tres fases secuenciales: atracción (que nos conozcan y visiten), retención (que
vuelvan y se conviertan en clientes habituales) y recomendación (que hagan de
prescriptores, comunicando su satisfacción a los demás).
A la Red se accede individualmente, pero con una mentalidad de tribu, el uso de prescriptores en Internet sirve para ganar la confianza del consumidor, pero también para obtener datos de sus
necesidades aún no satisfechas, una información relevante para el desarrollo de nuevos
productos.
Muchas veces, el prescriptor es nuestro primer contacto con un nuevo producto o marca
en Internet. Y en el comercio electrónico, al igual que en el entorno off- line, las
primeras impresiones cuentan.
Las previsiones de futuro apuntan a la existencia de un mayor número de prescriptores,
que también serán más sofisticados: incluirán listados en la red de evaluaciones de
rendimiento y malas prácticas de distintas empresas, y usuarios y profesionales que
aportarán más transparencia a los mercados, incrementarán la competencia y harán bajar
los precios en la red.
que también serán más sofisticados: incluirán listados en la red de evaluaciones de
rendimiento y malas prácticas de distintas empresas, y usuarios y profesionales que
aportarán más transparencia a los mercados, incrementarán la competencia y harán bajar
los precios en la red.
Os dejamos un video en el que el prescriptor es una persona famosa, porque en cuanto a los prescriptores on-line todos conocermos páginas de opinión de diferentes productos.
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Buen apunte sobre el cliente presciptor. La verdad es que el boca a boca es muy importante a la hora de crearnos opiniones sobre un producto.
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